En la presente era de conectividad omnipresente, el Internet de las Cosas se presenta como una tecnología disruptiva que tiene el potencial de reconfigurar por completo nuestra relación con el mundo digital. Por lo tanto, no resulta sorprendente que las proyecciones indiquen un esperado gasto global en Internet de las Cosas de 805.700 millones de dólares para 2023, lo que representaría un incremento del 10,6% en comparación con 2022 (según el informe Worldwide Internet of Things Spending Guide Forecast 2023 publicado por IDC en mayo de 2023).
Sin embargo, junto con sus ventajas, el IoT también ha traído consigo una serie de amenazas y desafíos de seguridad que no pueden pasarse por alto.
Durante la primera mitad de 2023, la actividad de malware en entornos OT (Operational Technology) e IoT se incrementó drásticamente, multiplicándose por 10 en todo el mundo (informe Unpacking the Threat Landscape with Unique Telemetry Data de Nozomi Networks Labs, 1 agosto de 2023). Este incremento subraya cómo los ciberdelincuentes continúan enfocándose en áreas críticas como salud, energía y manufactura.
En lo que respecta específicamente al malware, la actividad de denegación de servicio (DOS) sigue siendo uno de los ataques más frecuentes contra los sistemas OT. Le sigue la categoría de troyanos de acceso remoto (RAT) utilizados habitualmente por los atacantes para establecer el control sobre las máquinas comprometidas. Las amenazas de denegación de servicio distribuido (DDoS) son la principal amenaza en los dominios de red IoT.
Este aumento de la actividad de malware destaca la urgente necesidad de reforzar las medidas de seguridad en todos los niveles; exige una vigilancia constante y una acción proactiva para salvaguardar la integridad de sistemas esenciales.
La importancia de la seguridad en IoT
Así pues, vemos que la seguridad del IoT se erige como un tema de suma importancia que concierne a todos, ya que las brechas en la seguridad a menudo conllevan consecuencias adversas a largo plazo tanto para los consumidores como para las empresas.
Para los consumidores, la seguridad en el IoT adquiere una relevancia crucial. Los usuarios finales necesitan la tranquilidad de que su privacidad es respetada y que sus datos están resguardados de cualquier uso indebido. En este sentido, las leyes y regulaciones, respaldadas por organismos de supervisión, brindan cierta protección a los consumidores.
Sin embargo, en los hogares inteligentes, donde dispositivos IoT como cámaras de seguridad, termostatos y sistemas de iluminación se interconectan para brindar comodidad y eficiencia, la falta de una protección adecuada puede convertir estos dispositivos en vulnerabilidades potenciales para ataques cibernéticos. Esta situación podría desencadenar la invasión de la privacidad de los residentes, el acceso no autorizado a sus datos personales e incluso el control malicioso de los dispositivos conectados, poniendo en peligro la seguridad tanto de la vivienda como de sus ocupantes.
Lo mismo aplica en el ámbito de la salud. El IoT está presente en la monitorización de pacientes y la gestión de equipos médicos. La seguridad adquiere un rol fundamental, ya que el acceso no autorizado a dispositivos médicos conectados podría tener consecuencias graves para la salud de los pacientes. Además, la integridad de los datos de salud es esencial para asegurar diagnósticos y tratamientos precisos. Cualquier brecha de seguridad en este contexto puede poner en riesgo la vida de las personas y erosionar la confianza en la atención médica digital.
¿Y qué decir de las ciudades Inteligentes? Estas se valen de sensores y dispositivos IoT para mejorar la gestión de recursos, el flujo de tráfico y la seguridad pública. Sin embargo, si estos sistemas presentan vulnerabilidades, pueden convertirse en objetivos de ataques que interrumpan servicios públicos críticos. Esto podría tener un impacto negativo en la movilidad de los ciudadanos, la eficiencia energética y la seguridad en general en la ciudad. Además, la protección de los datos de los ciudadanos se vuelve crucial para preservar la privacidad en un entorno urbano altamente conectado.
Para las empresas, el funcionamiento de un gran número de dispositivos IoT conectados aumenta significativamente las oportunidades de interrupción del negocio por dispositivos comprometidos. Por ejemplo, un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) dirigido a través de dispositivos IoT puede inundar la infraestructura de red de una empresa, dejando inaccesibles los servicios y sistemas críticos.
También es posible que la interrupción del negocio debido a dispositivos comprometidos puede causar pérdidas económicas considerables. Las empresas pueden sufrir no solo la pérdida de ingresos debido a la falta de operatividad, sino también costos adicionales para remediar los problemas de seguridad y restaurar la normalidad.
Y ya no se trata solo de pérdidas económicas: existe también el riesgo para la reputación. La revelación de una brecha de seguridad en dispositivos IoT puede dañar la reputación de la empresa. La pérdida de datos de clientes o la exposición de información confidencial pueden socavar la confianza de los clientes y partners comerciales.
Además, dependiendo de la industria y la ubicación, las empresas pueden enfrentar consecuencias legales y regulatorias por no proteger adecuadamente los dispositivos IoT y los datos que manejan. Esto puede resultar en sanciones financieras y costes legales adicionales.
Así pues, la seguridad en IoT no es simplemente un tema técnico, sino una preocupación de amplio alcance que impacta tanto a los consumidores como a las empresas en términos de privacidad, continuidad del negocio y reputación. Por tanto, la inversión en seguridad en el IoT se ha convertido en una necesidad ineludible en la era digital actual.
Garantizando la seguridad en aplicaciones IoT y M2M
Garantizar la seguridad de las aplicaciones en cada eslabón de la cadena de valor resulta fundamental para preservar un entorno de IoT debidamente protegido. El pilar central de esta seguridad radica en la vigilancia constante. Realizar auditorías regulares a lo largo de todas las etapas de la cadena de valor se erige como una práctica esencial para anticipar y contrarrestar posibles amenazas a la seguridad.
Los dispositivos y aplicaciones IoT a menudo presentan vulnerabilidades debido al uso de contraseñas débiles o predeterminadas, así como a la utilización de firmware y software desactualizados o incompatibles. Para prevenir esto, es crucial implementar medidas básicas como contraseñas robustas y actualizaciones regulares de seguridad para el software y firmware. Estas acciones forman un escudo protector esencial contra las amenazas de seguridad en IoT. Además, las aplicaciones IoT en la nube y el análisis de datos son blancos frecuentes de ataques. Controlar el acceso a datos, redes y dispositivos es un primer paso clave. También es esencial proteger las conexiones de confianza a través de registros de acceso, políticas de contraseñas sólidas, cifrado avanzado y defensas contra phishing y malware.
Pero, además de las acciones que cada individuo puede emprender, es imperativo que las empresas y proveedores demuestren un compromiso similar hacia la seguridad. Esto implica implementar prácticas de formación, supervisión y auditoría periódicas. La adopción de estándares como la gestión de seguridad de la información ISO 27001, la gestión de calidad ISO 9001 y la certificación Cyber Essentials, reflejan la seriedad con la que un proveedor aborda la protección de los datos de sus clientes.
El compromiso indiscutible de Wireless Logic con la seguridad
Lograr la acreditación ISO 27001 en junio de 2020 fue un hito importante para Wireless Logic, proveedor europeo líder en plataformas de conectividad IoT, y demostró nuestro compromiso con la seguridad de la información y la mejora continua. Esta certificación da a nuestros clientes la seguridad de que nuestros procesos son robustos y nuestros empleados están capacitados para garantizar que los datos se mantienen y transmiten de forma segura.
También se nos ha concedido la certificación ISO 9001 que verifica el compromiso de la organización con la calidad y la mejora continua de un mejor servicio a nuestros clientes.
Parte de esa inversión en la mejora consiste en analizar qué otras oportunidades existen para medir nuestros controles actuales, abordar cualquier brecha según sea necesario y garantizar que sigamos siendo los mejores de la clase. El programa Cyber Essentials, respaldado por el Gobierno y el Centro Nacional de Seguridad Cibernética, es una de esas oportunidades, y nos complace anunciar que, a través del Consorcio IASME, Wireless Logic también ha obtenido la certificación Cyber Essentials.
Cyber Essentials ofrece a las organizaciones de todos los tamaños la oportunidad de evaluar sus cibercontroles, mejorarlos cuando sea necesario, reducir el riesgo y mejorar su cualificación para ofrecer servicios en sectores industriales que requieren pruebas de normas y controles de ciberseguridad en su cadena de suministro.
Wireless Logic presta mucha atención a la actividad y las amenazas cibernéticas globales y específicas del sector, y se alinea en la medida de lo posible con los consejos y la orientación del NCSC para adelantarse a los acontecimientos, garantizar que nos mantenemos seguros y seguir proporcionando productos y servicios altamente disponibles, seguros y conformes.
Nuestro equipo de infoseguridad comprobará, medirá y auditará regularmente nuestros procesos para seguir demostrando nuestro compromiso de trabajar con estos elevados controles de seguridad. Estas buenas prácticas nos ayudarán, como organización, a garantizar la seguridad de la información y los datos de nuestros clientes.
(Wireless Logic)