Ahorro energético, uso de las energías renovables y reducción de la huella de carbono son algunos de los retos de una Smart City. ¿Cómo se puede mejorar? Te explicamos como serán los municipios y ciudades futuras, que están a la vuelta de la esquina.
¿Cómo puede mejorar la Smart City una ciudad convencional? La Smart City y el planteamiento de dispositivos inteligentes pretende responder de forma directa a las problemáticas actuales de las ciudades del mundo. ¿Cómo? Te ponemos algunos ejemplos a continuación:
- Smart buildings: edificios creados para proteger el medioambiente y aprovechar los recursos naturales, como la energía solar. También suelen tener espacios verdes, productos reciclados y arquitectura sostenible.
- Movilidad sostenible: promover el uso de vehículos eléctricos y rebajar su coste. También se implementaría un mayor número de puntos de recarga en la ciudad.
- Transporte público: promover el transporte público ecológico y reducir la polución ambiental. Aquí también entran las estaciones de bicicletas para promover una movilidad más sana y también el uso de un medio de transporte no contaminante.
- Información y comunicación: transparencia desde los ayuntamientos para que los ciudadanos puedan participar de forma activa en la ciudad. De esta forma, la persona tiene la sensación de pertenencia y se preocupa e integra de forma diferente en los temas de la ciudadanía.
- Medición inteligente: estos dispositivos controlan el consumo energético del usuario para que este pueda tener información verídica y real. Así, el usuario podrá regular su consumo y hacer un uso responsable de este.
- Espacios verdes y sostenibles: de esta forma se pretende motivar el ejercicio físico para una mejora en la salud del ciudadano. Además, están asociados con una esperanza de vida mayor, menos enfermedades cardiovasculares y menor tasa de problemas de salud mental.
- Uso de energías renovables: esto es vital para reducir la huella de carbono y, por consiguiente, las emisiones de CO2 a la atmósfera. Este tipo de energías se implantan en edificios públicos, empresas privadas y viviendas. El coste ha reducido enormemente debido a la gran demanda de los últimos años.
- Seguridad: este es uno de los puntos y retos más importantes a los que se enfrenta una Smart City. Con los diferentes dispositivos repartidos por las ciudades y municipios se puede detectar de forma más temprana una emergencia o incidente.
- Tratamiento de residuos: este es uno de los mayores retos, ya que las aguas residuales son muy contaminantes. Actualmente se están estudiando algunos proyectos para convertir estas aguas en electricidad.
- Mercado local: fomentar el comercio local como alternativa a las grandes superficies. De esta manera se potencia el producto de proximidad, que es menos contaminante y también se ayuda al pequeño comercio.
Ahora que ya conoces los retos de una Smart City y los desafíos a los que se enfrenta, es muy fácil entender por qué son las ciudades del futuro. Tú puedes unirte a este proceso utilizando vehículos eléctricos, energía renovable, transporte público y apostando por los espacios verdes. Es más fácil de lo que imaginas.
(Devlon)