La solución elimina las inspecciones manuales, reduce en más del 90% los eventos de desabastecimiento y optimiza hasta un 60% las rutas de recarga.
En sectores como la agricultura, la hostelería y la industria manufacturera, el seguimiento del gas licuado de petróleo (GLP) continúa realizándose en muchos casos de forma manual, mediante inspecciones físicas periódicas. Este método, además de ser costoso y consumir tiempo, conlleva riesgos de error humano que pueden derivar en desabastecimientos inesperados, recargas ineficientes e incluso en problemas de seguridad.
Los inconvenientes del modelo tradicional son diversos: los tanques pueden agotarse sin previo aviso y detener la producción, las entregas suelen programarse en base a estimaciones imprecisas, y las revisiones manuales implican gastos adicionales de transporte y mano de obra. A ello se suma la falta de información en tiempo real que dificulta la respuesta rápida ante fugas u otras incidencias.
Frente a estos retos, la compañía australiana Gasbot ha apostado por una solución de nueva generación al integrar la conectividad satelital de Myriota en sus sistemas de monitorización de tanques de GLP. Esta tecnología permite obtener datos actualizados del nivel de los depósitos en cualquier ubicación, eliminando la necesidad de inspecciones presenciales.
Los dispositivos de Gasbot, diseñados para resistir condiciones climáticas adversas, destacan por su facilidad de instalación y activación mediante NFC. Una vez operativos, envían información continua que facilita la programación de recargas basadas en patrones reales de consumo, optimizando rutas de distribución y reduciendo costes logísticos. Además, los usuarios reciben alertas inmediatas en caso de niveles bajos o posibles fugas, lo que incrementa la seguridad.
Philip Livingston, fundador y director general de Gasbot, subraya el impacto de esta innovación: “Al proporcionar a las compañías de servicios visibilidad automatizada de los niveles de los tanques, reducimos los eventos de ‘tanque vacío’ en más del 90%. También logramos disminuir entre un 40% y un 60% los desplazamientos de camiones, al garantizar que las recargas se efectúen en el rango óptimo, maximizando la cantidad entregada y la eficiencia de cada ruta”.
La transición hacia la monitorización automatizada y habilitada por satélite no solo representa un ahorro significativo de costes, sino también un refuerzo en la seguridad operativa y la eficiencia. Para empresas que dependen del GLP, la adopción de estas soluciones se perfila como un paso estratégico hacia la excelencia operativa y una mayor competitividad en un entorno cada vez más conectado.
(Myriota)