La organización promueve soluciones inalámbricas con recolección de energía que reducen emisiones, mejoran el bienestar laboral y garantizan transparencia en la gestión de datos.
Ante el auge global de la demanda por objetivos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), el sector de la edificación y la construcción se encuentra ante un desafío clave: ofrecer entornos más saludables, eficientes y transparentes. En este contexto, la EnOcean Alliance, un consorcio global que agrupa a más de 400 empresas, emerge como un actor clave al proporcionar soluciones inalámbricas basadas en tecnología de recolección de energía, sin necesidad de baterías y con plena orientación a los criterios ESG.
“La edificación inteligente ya no es un lujo, sino una necesidad para alcanzar los objetivos climáticos, mejorar el bienestar laboral y fomentar una gobernanza transparente”, afirma Graham Martin, presidente y CEO de EnOcean Alliance. “Nuestra misión es impulsar soluciones interoperables, sin mantenimiento y listas para responder a los requerimientos ESG”.
El marco ESG, inicialmente concebido como una guía voluntaria para la inversión responsable, se ha transformado en un estándar regulatorio a nivel mundial. Iniciativas como la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) de la Unión Europea, que obliga desde 2024 a grandes empresas a reportar su desempeño ESG —y se ampliará a pymes y organizaciones no europeas en 2028—, reflejan esta evolución. En paralelo, Estados Unidos ha introducido normas de divulgación sobre riesgos climáticos a través de la SEC, mientras que California ha aprobado leyes pioneras en sostenibilidad. También países como China, Japón e India avanzan en marcos regulatorios similares, consolidando una tendencia global.
Desde el plano ambiental, la tecnología de EnOcean permite alcanzar metas de carbono neto cero al eliminar la necesidad de baterías o cableado. Sus sensores, que se alimentan del movimiento, la luz o las diferencias de temperatura, permiten automatizar sistemas HVAC en función de la ocupación real del espacio, logrando ahorros energéticos de entre un 30% y un 50%. Asimismo, contribuyen a la optimización del uso del espacio —hasta un 30% de los escritorios y salas de reuniones permanecen vacíos a diario— y permiten modernizar edificios existentes sin intervenciones costosas.
En el ámbito social, los sensores sin batería de EnOcean Alliance mejoran la calidad del aire interior, optimizan la iluminación y la climatización según la presencia de personas, y favorecen entornos adaptables para modelos híbridos de trabajo. Estos sistemas contribuyen a crear espacios laborales más saludables, reduciendo el estrés y aumentando la productividad hasta en un 15%, además de disminuir el ausentismo en la misma proporción. La evidencia también sugiere que los entornos laborales enfocados en el bienestar ayudan a atraer y retener talento.
En cuanto a la gobernanza, la Alianza promueve prácticas tecnológicas abiertas, interoperables y seguras. Frente al aumento de exigencias regulatorias sobre el rendimiento energético de los edificios, contar con datos fiables y auditables resulta imprescindible. Para ello, se han definido niveles de certificación como “Self-Certified”, “Self-Certified for IoT”, “Alliance-Verified” y “Alliance-Verified for IoT”, que garantizan tanto la compatibilidad como la ciberseguridad de las soluciones desplegadas.
Con el impulso normativo creciente y la presión de inversores y consumidores, el camino hacia la sostenibilidad pasa inevitablemente por adoptar tecnologías que faciliten el cumplimiento de los criterios ESG. La propuesta de EnOcean Alliance no solo responde a esta necesidad, sino que permite escalar soluciones con bajo impacto ambiental y alta eficiencia operativa. “La tecnología es la base, pero la colaboración es el verdadero catalizador”, concluye Martin. “Al fomentar un ecosistema diverso de proveedores, ayudamos a que los objetivos ESG no solo sean alcanzables, sino también escalables”.
(EnOcean Alliance)