La rápida evolución tecnológica está dando forma a un futuro cada vez más innovador. En este contexto, se vislumbra un 2024 en el cual ciertas tecnologías se consolidarán, otras ganarán protagonismo y las novedades seguirán marcando pauta en nuestra forma de vivir y trabajar. En cuanto al panorama de la conectividad IoT, este se presenta emocionante y repleto de oportunidades.
eSIM: Más allá de las tarjetas físicas
Las tarjetas SIM han sido de gran utilidad para proporcionar conectividad de red a los dispositivos IoT, como sensores, dispositivos de monitoreo, dispositivos de automatización, etc. Sin embargo, la creciente necesidad de miniaturización, flexibilidad, preparación para el futuro y aumento de la seguridad ha impulsado la búsqueda de soluciones como las SIM de chip reprogramable o eSIM ("Embedded Subscriber Identity Module").
Así pues, la eSIM es una evolución de la tarjeta SIM tradicional y se ha ganado popularidad en el contexto del IoT debido a su capacidad para facilitar el aprovisionamiento remoto de SIM (RSP) de perfiles de suscripción en dispositivos conectados. Permite la descarga y gestión remota (OTA, "over-the-air") de perfiles de suscripción en un único dispositivo IoT o en una flota de dispositivos, lo que implica la asignación de información necesaria para la conectividad móvil, como la identidad del operador y las claves de seguridad. Por lo tanto, elimina la necesidad de manipulación física de tarjetas y agiliza el proceso de despliegue, lo que simplifica las implementaciones a gran escala en proyectos de IoT. Esto, no solo simplifica el proceso, sino que también disminuye los costos y el tiempo para fabricantes y proveedores.
Por otro lado, la estandarización de la eSIM por organismos como la GSMA garantiza la interoperabilidad entre diferentes fabricantes y operadores de redes móviles. Esto significa que los dispositivos equipados con eSIM pueden conectarse y recibir perfiles de suscripción de diversos proveedores de servicios sin problemas.
La eSIM ciertamente está cambiando la forma en que gestionamos la conectividad en dispositivos IoT, y está experimentando una amplia adopción en diversas industrias y sectores como: energía y servicios públicos, agricultura y medioambiente, ciudades inteligentes, CCTV, transporte, asistencia sanitaria, operadores de puntos de carga para vehículos eléctricos, micromovilidad, movilidad de último kilometro, etc.
No obstante, a pesar de las ventajas, la eSIM presenta algunas limitaciones: aunque puede almacenar varios perfiles SIM, solo uno puede estar activo en un momento dado, y cambiar o cargar un nuevo perfil requiere interacción con la red, lo cual no siempre es factible de inmediato. Aquí es donde destaca la novedosa opción multi-IMSI, pues ofrece la capacidad de albergar diversas identidades del abonado (IMSI) a un perfil SIM y cambiar entre ellas a distancia o según reglas de negocio predefinidas.
Gracias a la nueva especificación SGP.31 de arquitectura y requisitos de la eSIM para IoT publicada por la GSMA, se anticipa una mayor adopción de eSIM dado que esta nueva especificación, también conocida como Consumer IoT Remote SIM Provisioning (RSP), aborda las necesidades específicas del IoT y busca facilitar el despliegue masivo de la tecnología eSIM en este espacio. La GSMA ha establecido un calendario previsto para que el ecosistema de la eSIM adopte este nuevo modelo en el transcurso de este año.
Conectividad Integrada (iSIM): La revolución en miniatura
La Conectividad Integrada (iSIM) representa una evolución significativa en el ámbito de la gestión de la conectividad para dispositivos IoT. A diferencia de las tradicionales tarjetas SIM físicas o eSIM, la iSIM es una solución incorporada directamente en el módulo del dispositivo, ofreciendo una forma más compacta y eficiente de administrar la conectividad.
La iSIM permite un diseño más compacto de los dispositivos IoT al eliminar la necesidad de una bandeja de tarjeta SIM. Esto es especialmente crucial en aplicaciones donde el espacio es limitado, como en dispositivos vestibles o sensores de pequeño tamaño. En particular, esta tecnología ha allanado el camino para el desarrollo de etiquetas inteligentes, es decir, dispositivos delgados como el papel que ofrecen un seguimiento preciso, exacto y seguro de artículos pequeños y ligeros.
La iSIM, también con capacidad de aprovisionamiento remoto y la funcionalidad multi-IMSI, está experimentando un rápido aumento en su adopción dentro de la industria IoT y se proyecta como un actor fundamental en la conectividad futura. A medida que evolucionan los estándares e implementaciones, también se vislumbra el potencial de la iSIM como una elección estándar para dispositivos IoT, anticipándose a un papel más destacado a lo largo de este año.
Avanzando hacia una mayor seguridad en IoT
La seguridad en la IoT sigue siendo una prioridad crucial. La expansión de los dispositivos IoT ha creado un amplio entorno digital que, sin la debida protección, puede ser susceptible a amenazas cibernéticas. Estos dispositivos se comunican, comparten datos sensibles y ejecutan aplicaciones que necesitan seguridad robusta. Dada la extensión de las implementaciones de IoT, se crea una amplia superficie de ataque, vulnerable a ciberataques a través de personal no capacitado o debilidades en el software.
En hogares inteligentes, la falta de seguridad puede convertir dispositivos conectados en vulnerabilidades potenciales, amenazando la privacidad y el control de los residentes. En salud conectada, la seguridad es vital para proteger datos médicos y garantizar tratamientos precisos.
Las ciudades inteligentes dependen de sensores IoT para gestionar recursos y seguridad. La vulnerabilidad de estos sistemas puede afectar la movilidad y la eficiencia energética.
Y en el ámbito empresarial, la expansión de dispositivos IoT aumenta las oportunidades de interrupciones del negocio, con consecuencias económicas y riesgos para la reputación. La inversión en seguridad en IoT es esencial para asegurar un futuro conectado que respete la privacidad y fomente la confianza en la tecnología.
Durante este año, veremos un enfoque más robusto en la implementación de medidas de seguridad, capacidades tecnológicas, y la consolidación de estándares y buenas prácticas como IoT SAFE que permitan fortalecer las políticas de identidad y autenticación en cualquier despliegue de IoT, así como defenderse, detectar y reaccionar ante las amenazas cibernéticas.
La seguridad en IoT no es simplemente un tema técnico, sino una preocupación integral que afecta a consumidores y empresas en términos de privacidad, continuidad del negocio y reputación; y además, se está convirtiendo en normativa a través de regulaciones como la Ley de Ciberresiliencia de la UE. Por lo tanto, la inversión en seguridad IoT se volverá cada vez más esencial.
Conectividad satelital: Más allá de las fronteras
La conectividad satelital está ganando importancia en el ámbito de la IoT, especialmente en áreas remotas donde las infraestructuras tradicionales son limitadas.
A diferencia de las redes terrestres que pueden tener limitaciones en áreas remotas o en desarrollo, los satélites permiten la conectividad en cualquier lugar del mundo.
Esto es especialmente valioso, no solo para aplicaciones en sectores como agricultura y monitoreo ambiental en ubicaciones geográficas difíciles de alcanzar, sino también en lo referente a la gestión de activos en movimiento. Las actuales constelaciones de satélites se están convirtiendo en el complemento perfecto para las operadoras móviles, que están ofreciendo conectividad IoT a sus clientes como si de un servicio roaming se tratara. Esto conlleva a un escenario de conectividad verdaderamente ubicua en el que un activo en movimiento está operando de manera itinerante entre redes terrestres y redes no terrestres. Esto no solo mejora la eficiencia logística, sino que también contribuye a la seguridad y la prevención de pérdidas.
En situaciones de emergencia o desastres naturales, donde las infraestructuras terrestres pueden quedar comprometidas, la conectividad satelital actúa como un salvavidas al asegurar que los dispositivos IoT sigan transmitiendo datos de manera ininterrumpida.
A lo largo del 2024 presenciaremos una transformación radical en diversas industrias, abarcando desde logística hasta la prevención de incendios forestales y la conservación de animales en peligro de extinción. Este cambio será impulsado por la adopción generalizada del IoT, facilitada por la conectividad satelital estándar.
Edge Computing y el procesamiento más cerca que nunca
La computación en el borde ("Edge Computing") seguirá siendo un componente fundamental en la evolución del IoT. La capacidad de procesar datos localmente, en lugar de depender exclusivamente de la nube, está mejorando la eficiencia y reduciendo la latencia en aplicaciones críticas. Mover el procesamiento hacia el borde minimiza la latencia al procesar datos más cerca de la fuente. Esto es vital en aplicaciones críticas donde las respuestas en tiempo real son fundamentales, como en la automatización industrial y los vehículos autónomos.
La descentralización del procesamiento reduce la carga en las redes al disminuir la cantidad de datos que deben enviarse a la nube. Esto no solo alivia la congestión de la red, sino que también mejora la eficiencia en el uso del ancho de banda.
En el contexto de las ciudades inteligentes, el Edge Computing no solo se limita a mejorar la gestión del tráfico y la iluminación, sino que también se extiende a la supervisión en tiempo real de otros servicios urbanos. Desde la gestión de residuos hasta la monitorización ambiental, el procesamiento local de datos impulsa decisiones más rápidas y eficaces, contribuyendo a una utilización más eficiente de los recursos urbanos.
En el ámbito de la salud, la aplicación del Edge Computing va más allá del procesamiento de datos de dispositivos médicos conectados. Facilita la creación de entornos de atención médica más ágiles y receptivos, donde los datos generados por dispositivos médicos se procesan directamente en el lugar, permitiendo una monitorización en tiempo real y mejorando la toma de decisiones clínicas.
Estos dos últimos ejemplos destacan cómo el Edge Computing está en el corazón de la revolución tecnológica, ofreciendo soluciones prácticas que transforman positivamente diversas áreas de nuestras vidas.
En un mundo donde la velocidad y la eficiencia son cruciales, la computación en el borde se perfila como un componente esencial para el futuro del IoT. A medida que la tecnología evoluciona, se espera que el Edge Computing siga desempeñando un papel protagonista durante este año, transformando la manera en que interactuamos y aprovechamos la inmensidad de datos generados por los dispositivos conectados.
Mientras avanzamos en este año recién estrenado, el ecosistema de la conectividad seguirá evolucionando con rapidez. Desde la gestión de conectividad hasta la seguridad y la expansión hacia nuevos horizontes con la conectividad satelital, estas tendencias están dando forma a un futuro donde la interconexión de dispositivos inteligentes se vuelve más integral en nuestra vida cotidiana.
(Wireless Logic)