Cuando la gestora de infraestructuras de telecomunicaciones Cellnex tomó la decisión de mudar su sede en la Ciudad Condal a la Torre Llevant, en el corazón de la nueva BCN Fira District de Barcelona, tenía claro que quería trasladar no solo personas y equipo, sino también conocimiento.
La empresa, cuyo propósito es el impulso de soluciones de conectividad sostenible e inteligente, no quería dejar pasar la ocasión de convertir sus oficinas centrales en un entorno cómodo, eficiente y óptimo desde un punto de vista social, económico y medioambiental.
El edificio, que puede presumir de consumir exclusivamente energía verde y de las máximas calificaciones arquitectónicas en materia de sostenibilidad y bienestar, cuenta con las soluciones smart que tanto han ayudado a expandir la empresa a lo largo de Europa.
Las oficinas están diseñadas para facilitar la colaboración, la eficiencia y las oportunidades de los trabajadores en un entorno propicio para impulsar su modelo de smart working. La tecnología nos permite obtener información en tiempo real con el objetivo de optimizar las condiciones de los usuarios de Torre Llevant y una racionalización en el uso de los recursos.
“Cuando nos mudamos a Torre Llevant quisimos hacer uso de soluciones tecnológicas que estamos implantando en clientes y que otorgan beneficios que van desde la eficiencia energética, a mejoras en los costes operativos o la racionalización de espacios y recursos”, explica en una entrevista Antonio Eroles Navarro. Eroles es responsable de desarrollo de negocio IoT & Smart Services en Cellnex, un departamento que ha implementado diversos proyectos de sensorización y gestión de datos en edificios públicos e incluso en viviendas sociales para personas en situación de vulnerabilidad.
Para convertir sus oficinas en esos espacios soñados, Cellnex ha instalado casi 1.200 sensores en ocho plantas sobre una superficie total de 8.500 metros cuadrados, repartidos en 183 espacios y en tres plantas destinadas a aparcamiento.
Esta peculiar red IoT recoge constantemente datos de ocupación y de elementos que afectan al control del confort y el ambiente en el interior. Entre sus usos se encuentran, por ejemplo, el mantenimiento inteligente de la temperatura – incluso de los frigoríficos -, el control de la calidad del aire para mantener niveles óptimos de variables como el CO2 y sistemas de detección de fugas de agua.
Toda esta información de los sensores viaja a través de distintas redes de largo alcance y bajo consumo energético como por ejemplo la tecnología Sigfox (UnaBiz) hasta una plataforma que recopila y analiza los datos para la toma de decisiones.
La red Sigfox es un canal para conectar dispositivos de bajo consumo mediante una red de radio de largo alcance y de bajo coste, pero altamente eficiente en lo que se refiere a comunicación entre objetos y gestión inteligente de edificios.
Con un consumo energético mínimo, el sistema no requiere de un gran despliegue ni de instalaciones sofisticadas. Los sensores se anclan sin cables a la pared sin tomas de corriente, tienen una autonomía muy alta (sus baterías duran años) y son fácilmente adaptables a las necesidades, con una gran cantidad de proveedores de hardware homologados.
En distintas salas del edificio se proyectan las constantes vitales que miden los sensores (temperatura, humedad o CO2) y que permiten la toma de decisiones digitales en sistemas de climatización, iluminación, electricidad, seguridad o controles de acceso para una gestión y control más automatizados, eficientes y seguros.
Una realidad que es tendencia
“El IoT tiene un gran potencial en la gestión inteligente de inmuebles y facility management en general”, explica Manuel Álvarez, Managing Director de UnaBiz España y para quien persiste un falsa creencia sobre la dificultad de escalar estos sistemas.
“Existen muchos proyectos en fase piloto y soluciones muy innovadoras, pero los usuarios son reticentes a desplegarlos por el potencial coste de los sensores. Sin embargo, este es un problema del pasado, ya que ya existen numerosas alternativas de bajo coste y amplio alcance, como nuestra red 0G que, al basarse en estándares alternativos, no requiere grandes despliegues de infraestructura, abarata costes y consumo energético y permite el despliegue de cientos de sensores a muy bajo precio e impacto ambiental”.
El proveedor de servicios de IoT masivo UnaBiz adquirió Sigfox en abril del año pasado en un momento de expansión de las aplicaciones de uso en ciudades, industrias, educación o medicina. Los inmuebles, principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, no podían ser ajenos a esta tendencia hacia la racionalización de los recursos.
“Es innegable que el IoT tiene un importante papel en la creación de espacios inteligentes. Cada vez son más las ciudades, edificios y hogares que cuentan con la tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas, ahorrar costes y completar sus estrategias de sostenibilidad. Sin duda el sector inmobiliario y la construcción tienen por delante grandes retos los próximos años y deben hacer uso del IoT para continuar transformando el sector”, concluye Álvarez.
Smart, domótica, inmótica, urbótica… utilicen el término que prefieran, pero esa otrora visión utópica de ciudades, espacios de trabajo o de vida mejorados por la interacción de los objetos es ya una realidad.
(Cellnex)
La conectividad inteligente que hace de la Torre Llevant (Barcelona) una smart office
14/04/23- 2451