La patronal logística UNO, junto con T-Systems, elaboran un estudio para dar una guía práctica a las empresas del sector en materia tecnológica, ofreciendo no sólo información, sino fundamentalmente soluciones con aplicación real para las empresas. El director general de UNO logística, Rafael Aguilera, señala que “el informe responde a las demandas de las propias empresas del sector en materia tecnológica y determina qué soluciones se aplican mejor a los procesos de transporte y almacén, y cuáles a la distribución de última milla”.
Cloud, ciberseguridad, IoT, 5G, analítica de datos, Inteligencia Artificial y la importancia de la experiencia e interfaz de usuario son las herramientas tecnológicas más relevantes que se han posicionado como básicas y esenciales para liderar cualquier avance en la digitalización de la logística.
Esta es la principal conclusión de un informe que ha elaborado UNO, la Organización Empresarial de Logística y Transporte de España, junto a la compañía T-Systems Iberia titulado ‘La revolución tecnológica de la logística y el transporte: situación actual y aceleración de la transformación digital del sector’. Se trata de un trabajo de investigación elaborado como herramienta de gestión para dar respuesta y orientación a las demandas del sector en materia tecnológica, ofreciendo no sólo información, sino fundamentalmente soluciones con aplicación real para las empresas.
Este estudio, que está disponible a través de la página web de UNO, ha sido elaborado sobre la base de las necesidades de las empresas implicadas en la gestión de la cadena de suministro, es decir, de logística, transporte, distribución y última milla, y nace con el objetivo de ayudar a identificar, de todas las tecnologías existentes, cuáles son pieza clave en el desarrollo tecnológico del sector y, de ellas, cuáles se adaptan mejor a cada modelo de negocio, cómo implantarlas, cuáles son los beneficios de su uso, qué grado de desarrollo tiene cada una de las tecnologías o los criterios para saber si una compañía cuenta con la madurez digital necesaria para ponerlas en marcha. Es decir, no se trata de un documento teórico, sino de economía aplicada.
Para desarrollar lo anterior, el estudio identifica, en primer lugar, cuáles son las cinco claves que han marcado el contexto tecnológico actual: el difícil entorno macroeconómico, la explosión del ecommerce, la sostenibilidad medioambiental, la necesidad de buscar nuevos modelos de negocio y, por lo tanto, la imperiosa digitalización de la cadena de suministro.
Una vez identificadas estas palancas coyunturales, se abordan los aspectos clave en los que las empresas deben fijarse a la hora de digitalizarse e innovar: visibilidad de sus procesos, la generación de información de valor, la logística verde y, por último, la obtención de una ventaja competitiva, siempre en un marco de eficiencia empresarial.
Para finalizar, el informe detalla las cinco funciones imprescindibles en cualquier proceso de transformación digital y los aspectos concretos en los que deben focalizar las empresas a la hora de implantar las tecnologías mencionadas: diseño y validación de la estrategia; comunicación y difusión de las iniciativas; habilitación y capacitación del equipo de trabajo, los proveedores, socios y clientes; construcción y experimentación; y, por último, la medición del grado de madurez y los resultados obtenidos.
“Uno de los problemas que nos encontramos cuando hablamos de digitalización e innovación en las empresas del sector, es saber dónde y cómo ubicar tanta tecnología”, explica el director gerente de UNO, Rafael Aguilera. Por ello, “la principal clave del informe radica en clasificar la tecnología e identificar aquellas en las que las empresas deben focalizarse”. Todo ello, prosigue Aguilera, aportando casos de uso real de aplicación de estas tecnologías con retornos tangibles.
“Por último, resulta imprescindible determinar qué soluciones tienen mejor aplicación según la tipología de la empresa, distinguiendo aquellas compañías cuya actividad principal se centra en procesos de almacén y transporte, y qué otras responden mejor a las necesidades de empresas cuya actividad se centra en la distribución de última milla”, ha añadido Aguilera.
Por su parte, el head of Retail, Services & Logistics Business Unit de T-Systems, Fernando Pareja, ha recordado que “el estudio parte de un convulso escenario global que ha añadido más dificultades a la cadena de suministro, marcada por los desafíos del comercio electrónico, con la irrupción de generaciones puramente digitales, y en el que las empresas se han visto obligadas a implantar una omnicanalidad real, pero sin perder de vista el impacto en el medio ambiente”.
“Esta situación ha derivado en que las empresas del sector dividan sus esfuerzos en dos bloques: el mantenimiento de la eficiencia operativa, imprescindible para poder atender a la dinámica del mercado en general; y la búsqueda de nuevas formas de trabajar y desarrollar modelos de negocio, ligados a la compartición de datos entre todo un ecosistema de consumidores, administraciones públicas y empresas”, ha añadido Pareja.
“Nuestro objetivo en la realización del informe ha sido la identificación de cuáles serán las tecnologías específicas más relevantes en los modelos de negocio del sector y, para ello, se han tenido en cuenta elementos como la madurez tecnológica, que es la que determina cómo de fácil y rápido va a ser adoptar estas tecnologías (cuanto más madura esté en el mercado, más recursos encontraremos para adoptarlas); o la relevancia para el sector, que determina el impacto que va a generar en términos de ahorro, optimización, capacidad de generar nuevos modelos de negocio , etc.”, ha apuntado el Head of Innovation de T-Systems, Alberto Moleiro.
Como conclusión, en palabras de los impulsores de este proyecto pionero, “no es posible concebir hoy en día la explotación de la cadena de suministro sin la aportación cada vez más intensa de la tecnología”. “Por ello, profundizar en los procesos de transformación digital, y en la madurez digital de cada una de las compañías, es una palanca que permitirá mejorar su capacidad de respuesta, adaptación y mejora de la competitividad frente al conjunto de retos y desafíos que afronta el sector”, han concluido.
(UNO logística)