Los envíos de equipos Wi-Fi crecieron un 19 % en el segundo trimestre de 2025, impulsados por la renovación de infraestructuras y la adopción de Wi-Fi 7 en Estados Unidos, según datos de ABI Research.
El mercado mundial de dispositivos Wi-Fi experimentó un fuerte repunte durante el segundo trimestre de 2025. De acuerdo con el último informe de la consultora ABI Research, los envíos globales aumentaron un 19 % interanual, mientras que en Estados Unidos el crecimiento superó el 38 %, impulsado por una oleada de pedidos anticipados ante las nuevas tarifas comerciales.
El análisis destaca que buena parte de este incremento responde a la renovación de equipos de red por parte de proveedores de servicios y operadores, que están actualizando su infraestructura hacia estándares más avanzados como Wi-Fi 7. Empresas como AT&T y Comcast lideran esta transición, acelerando la adopción de puntos de acceso y routers compatibles con mayores velocidades, menor latencia y mejor gestión del espectro.
Repercusiones para el ecosistema IoT
Aunque el informe de ABI Research se centra en el mercado de Wi-Fi de consumo y empresarial, sus conclusiones tienen una lectura relevante para el Internet de las Cosas. La expansión de redes Wi-Fi de nueva generación amplía la capacidad de conexión de dispositivos inteligentes en hogares, edificios y entornos industriales, mejorando la cobertura, la eficiencia energética y la calidad de servicio.
La evolución hacia Wi-Fi 7 permite soportar arquitecturas IoT más densas, con cientos o miles de nodos conectados en un mismo entorno, además de facilitar la convergencia con tecnologías celulares como LTE y 5G RedCap en escenarios híbridos de conectividad. Para sectores como la automatización industrial, la monitorización ambiental o el smart home, esta infraestructura representa una capa de red más estable y escalable.
Un impulso coyuntural con efectos a largo plazo
ABI Research advierte que el aumento en los envíos podría moderarse en los próximos trimestres, dado que parte de la demanda se ha adelantado para evitar los efectos de los nuevos aranceles. No obstante, el salto hacia estándares más avanzados marcará un punto de inflexión en la infraestructura de conectividad, creando un entorno más favorable para el despliegue de soluciones IoT que dependen de redes inalámbricas de alta capacidad.
En conjunto, el auge del Wi-Fi 7 y la renovación del parque de dispositivos de red confirman que la conectividad —en todas sus formas— continúa siendo la base sobre la que evoluciona el IoT global.
(ABI Research)




