El mercado de los vehículos aéreos no tripulados se encuentra en un momento crítico. Por un lado, nosotros, como operadores de redes móviles, estamos viendo una enorme demanda de despliegue de drones comerciales habilitados para la telefonía móvil en casi todos los sectores que se puedan imaginar. Por otro lado, y a diferencia de la mayoría de las áreas del IoT, nos enfrentamos a un conjunto único de retos que deben superarse antes de que este mercado despegue realmente.
Un estudio realizado a principios de este año por Analysys Mason estima que el mercado de los drones celulares tendrá un valor de 8.000 millones de dólares en 2030, de los que los operadores se llevarán más de 1.000 millones de dólares sólo en ingresos de conectividad, lo que supone un aumento considerable de los ingresos actuales, que son de 11 millones de dólares al año. En parte, estas sólidas previsiones son el resultado del éxito que ha tenido el sector de la telefonía móvil a la hora de demostrar el poder único de la tecnología celular para posibilitar sofisticadas misiones aéreas de largo alcance, algo que ya se puede ver claramente, pero ahora también con un atisbo del futuro potencial de las redes de drones de ancho de banda ultra alto. La previsión es también un reflejo de la eficacia con la que hemos colaborado con la amplia variedad de organizaciones que pueblan el ecosistema mundial de los vehículos aéreos no tripulados, como los ODM, los reguladores y los proveedores de software. Este excelente trabajo ha acelerado el desarrollo del mercado, culminando en una serie de despliegues en todas las regiones, algunos de los cuales han salvado realmente vidas: la inspección de infraestructuras críticas, la detección de aguas contaminadas y las operaciones de búsqueda y rescate a distancia son sólo algunos de los logros de los que el sector puede estar justamente orgulloso.
Entonces, ¿cómo podemos hacer más para fomentar el despliegue generalizado de los vehículos aéreos no tripulados con tecnología celular, que ahora son tan demandados? Los retos a los que nos enfrentamos son tres: técnicos, organizativos y normativos. En primer lugar, debemos aumentar la cobertura móvil. Muchas de las aplicaciones de drones más demandadas se basan en la transmisión de grandes cantidades de datos con baja latencia, lo que depende de la disponibilidad de las redes 4G y 5G, la última de las cuales es crucial para permitir aplicaciones emergentes con gran cantidad de datos que requieren un corte de red avanzado. El segundo reto es asegurarse de que el sector de los vehículos aéreos no tripulados en general trabaje conjuntamente para identificar modelos de negocio más favorables, compartir experiencias para acelerar el despliegue y ayudarse mutuamente a abordar cuestiones estratégicas y sociales comunes. El último obstáculo es la reglamentación, en particular la forma en que trabajamos con la industria de la aviación y los gobiernos para establecer marcos normativos a nivel local, nacional y, en última instancia, internacional, con el fin de apoyar el desarrollo de los aviones no tripulados al tiempo que se abordan los problemas de seguridad.
Como presidentes del Grupo de Interés en Drones (DIG) de la GSMA, estos son los retos que nos motivan y nos sitúan en una posición ideal para abordarlos. Como organismo industrial de renombre y confianza, compuesto por una amplia coalición de empresas, tenemos la experiencia necesaria para desarrollar marcos en una amplia cartera de temas que van desde las normas empresariales, las directrices de comercialización y las mejores prácticas técnicas. Esta experiencia lleva consigo el peso de la autoridad, ayudando a establecer normas en toda la industria, facilitando la comunicación entre organizaciones de todo tipo y tamaño. Esto es especialmente importante en el marco de nuestro objetivo de implicar a más partes interesadas, como proveedores de software, proveedores de chips e incluso fabricantes de equipos de satélite.
Nuestra posición como primeros copresidentes de la GSMA DIG es un reflejo de los retos comunes a los que nos enfrentamos, que como las propias redes móviles, son de naturaleza global. Es a través del trabajo conjunto que la industria puede acelerar el crecimiento, lograr economías de escala y, en última instancia, mejorar la calidad de vida para todos. Con este espíritu, le invitamos a unirse a nosotros para desarrollar un ecosistema de UAV que sea seguro, de confianza y rico en oportunidades.
(GSMA)
La industria móvil debe continuar su misión de unir el ecosistema de los vehículos aéreos no tripulados
26/08/22- 1242