En el competitivo mundo de los productos perecederos, mantener una calidad y frescura constantes es crucial. Los clientes no solo valoran el sabor de los productos, sino también su atractivo visual y textura en la tienda, aspectos que son determinantes para el éxito de los supermercados. Detrás de este proceso, la gestión de la cadena de frío asegura el cumplimiento de esta norma, aunque se trata de un desafío complejo y lleno de obstáculos.
Desde la cosecha hasta la estantería del minorista, la gestión adecuada de la temperatura es esencial para una cadena de frío eficaz. Incluso la más mínima desviación puede marcar la diferencia entre un envío de productos frescos y seguros y un stock estropeado e invendible. Por ejemplo, las verduras frescas, como la lechuga, deben almacenarse a temperaturas entre 32 y 39 °F para garantizar una vida útil de hasta 15 días. Un ligero aumento en la temperatura puede reducir esa vida útil a la mitad, dejando a las tiendas con menos tiempo para vender o forzando el desperdicio.
Jimi IoT es consciente de lo que está en juego en la logística de la cadena de frío. Sus soluciones avanzadas de IoT permiten a las empresas mantener la precisión en cada paso del proceso, garantizando la consistencia de la temperatura, el cumplimiento y la calidad de los productos. A continuación, se presentan siete consejos prácticos para mejorar la gestión de la cadena de frío.
1- Preenfriar los productos después de la cosecha
El preenfriamiento inmediato tras la cosecha asegura que los productos perecederos entren en la cadena de frío a la temperatura correcta. Por ejemplo, las frutas y verduras deben enfriarse a su temperatura ideal antes de ser cargadas en transporte refrigerado. Este paso reduce la carga térmica en las unidades de refrigeración durante el tránsito, evitando picos de temperatura que puedan comprometer la frescura.
2- Inspeccionar y mantener el aislamiento del transporte
El aislamiento de los camiones y remolques frigoríficos es crucial para mantener temperaturas constantes. Los remolques más antiguos pueden perder hasta el 50% de su capacidad aislante en una década, lo que aumenta los riesgos de variación térmica durante el transporte. Las inspecciones rutinarias y el mantenimiento adecuado son fundamentales para mitigar estos riesgos.
3- Utilizar unidades de refrigeración en modo continuo
Para mantener temperaturas precisas y estables, es esencial que las unidades de refrigeración operen en modo continuo. Evitar modos "arranque-parada" o "ahorro de combustible" previene fluctuaciones de temperatura que puedan dañar los productos. La calibración regular de los componentes de refrigeración también es clave para garantizar un funcionamiento óptimo.
4- Asegurar una carga adecuada para el flujo de aire
El flujo de aire eficiente dentro de los remolques frigoríficos es necesario para distribuir el aire frío uniformemente. Los palets deben cargarse de manera que el aire circule alrededor y entre las pilas, evitando el contacto directo con las paredes del remolque, que pueden crear zonas con temperaturas extremas.
5- Optimizar las transferencias de carga y recepciones
Las transferencias de mercancías son puntos vulnerables en la cadena de frío. Durante la carga, descarga o transbordo, las puertas abiertas pueden exponer los productos a temperaturas ambiente, lo que puede alterar las condiciones del producto. Reducir los tiempos de inactividad y utilizar áreas de almacenamiento refrigeradas es fundamental para minimizar estos riesgos.
6- Inspeccionar los remolques y controlar las condiciones del producto
Las inspecciones rutinarias de los remolques y productos son esenciales para garantizar la calidad. Asegurarse de que los remolques estén limpios y libres de contaminantes previene problemas con los envíos. Además, las pruebas periódicas de temperatura y las comprobaciones de la calidad de los productos permiten confirmar que se mantienen dentro de los parámetros deseados.
7- Control continuo de las temperaturas
La supervisión de la temperatura en tiempo real es vital para gestionar la cadena de frío. Los sistemas de monitoreo permiten detectar desviaciones en el momento en que ocurren y tomar medidas correctivas inmediatas, como redirigir los envíos o ajustar la configuración de la refrigeración. Estos sistemas también permiten analizar los datos recopilados para optimizar el rendimiento y la eficiencia de la cadena de frío.
La ventaja de Jimi IoT en la gestión de la cadena de frío
Una gestión eficaz de la cadena de frío requiere tecnología avanzada que brinde visibilidad en tiempo real, informes precisos y respuestas rápidas ante cualquier interrupción. El rastreador de monitoreo de temperatura y humedad LL309 de Jimi IoT está diseñado para abordar las complejidades logísticas de este proceso. Este dispositivo permite un seguimiento preciso de la ubicación y las condiciones ambientales de los productos a lo largo del tránsito, alertando instantáneamente sobre cualquier desviación de los parámetros establecidos.
En situaciones sin conectividad temporal, el LL309 puede almacenar hasta 20,000 registros de datos, que luego pueden ser exportados para su análisis y optimización de la cadena de frío.
La gestión de la cadena de frío es un proceso intrincado que requiere planificación, coordinación y la tecnología adecuada. Siguiendo estos consejos y utilizando las soluciones de Jimi IoT, las empresas pueden garantizar la calidad de los productos perecederos, reducir pérdidas y superar las expectativas de los clientes.
(Jimi IoT)
7 claves para optimizar la gestión de la cadena de frío en productos perecederos
02/12/24- 497