El cambio climático es una realidad innegable y está teniendo un impacto significativo en diversos sectores económicos, incluyendo la agricultura. En particular, los viñedos están enfrentando una situación cada vez más desafiante debido a los cambios en las temperaturas y las condiciones climáticas.
Durante muchos años, los viticultores han seguido tradiciones y prácticas agrícolas que han demostrado ser efectivas para producir vinos de alta calidad. Sin embargo, el cambio climático está poniendo a prueba estos conocimientos y experiencia, ya que las estaciones y ciclos de crecimiento de las uvas ya no son tan predecibles como lo eran antes.
Si antes los productores de vino sabían que la vendimia se llevaba a cabo en septiembre y que la floración ocurría en abril, ahora estas fechas pueden variar significativamente, y los viticultores deben estar preparados para adaptarse a los cambios en las condiciones climáticas. Esta adaptación es muy importante ya que las temperaturas más cálidas pueden provocar un desequilibrio en la maduración de la uva y afectar su calidad, lo que requiere ajustes en las técnicas de cultivo y cosecha. Por otro lado, los cambios en las precipitaciones también pueden tener un impacto en la cantidad de uvas cosechadas y en la calidad del vino producido.
En este contexto, es crucial que los viticultores adopten medidas para adaptarse al nuevo clima y garantizar la sostenibilidad de sus viñedos. Esto puede implicar la adopción de prácticas agrícolas más sostenibles y el uso de tecnologías innovadoras.
Es el caso de Bodegas Langa, la principal bodega de Calatayud. Se encuentra situada en las faldas de la emblemática Sierra Vicor, en territorio de El Frasno, dentro la comarca de Calatayud. Algunas de sus vides tienen más de un siglo debido al cuidado de una tradición familiar ininterrumpida. Hoy Juan y César Langa González representan la quinta generación de una familia que a lo largo de 150 años ha sabido ser fiel a la tradición heredada al tiempo que incorporaban los avances necesarios para adaptarse a las crecientes exigencias en la elaboración.
La familia Langa, como muchas otras empresas del sector, ha experimentado en primera persona los efectos del cambio climático. La modificación del calendario fenológico de los viñedos es solo uno de los muchos efectos del calentamiento global, y está afectando profundamente a la forma en que se cultivan y se cosechan las uvas. En concreto, la cosecha de uvas ya se está realizando 15 días antes que hace medio siglo, lo que indica un cambio significativo en el ciclo de crecimiento de las uvas. Además, según los modelos algorítmicos y los escenarios de cambio climático, estos cambios podrían empeorar a lo largo del siglo XXI, lo que podría significar que la cosecha se adelantaría aún más, entre 2 y 2,5 meses en algunas regiones, para evitar las altas temperaturas que se están produciendo en septiembre en el hemisferio norte.
Este adelanto en la cosecha tiene importantes implicaciones en la calidad del vino y en la capacidad de los productores para producir vinos de alta calidad. Si la uva se cosecha demasiado temprano, puede que no esté madura lo suficiente, lo que afectaría la calidad del vino resultante. Además, si la cosecha se adelanta demasiado, también se podría producir un exceso de producción que no se puede manejar adecuadamente, lo que podría llevar a una disminución en la calidad del vino.
Para abordar estos desafíos, la familia Langa y otros productores de vino están adoptando diversas medidas para adaptarse al cambio climático y mantener la calidad del vino. Por ejemplo, se están implementando tecnologías innovadoras para controlar la temperatura y la humedad en las bodegas de vino, como la solución inteligente de Smart Agriculture de Libelium. En palabras de César Langa, esta solución supone “una muy buena oportunidad para dar un paso más hacia la excelencia".
La solución instalada en sus viñedos es un Plug & Sense! Smart Agriculture PRO que garantiza la monitorización de los parámetros más importantes para el cultivo de las vides, como la humedad del suelo, humedad de la hoja, humedad del aire, temperatura del aire, presión atmosférica, dirección y velocidad del viento, caudalímetro de lluvia, entre otros, y que permiten garantizar la máxima calidad del viñedo con IoT.
Toda una tecnología avanzada de agricultura de precisión, que utiliza tecnologías de información y comunicación para mejorar la producción agrícola de manera más eficiente y sostenible. Y es que es muy importante el control de la humedad del suelo, el aire y las hojas. La excesiva humedad en las hojas diluye los fertilizantes y reduce su efecto en el cultivo. Además, la monitorización de la humedad es esencial para prevenir enfermedades fúngicas en el viñedo, ya que el ambiente húmedo prolongado puede favorecer la proliferación de hongos y bacterias.
Los datos recolectados se envían vía 4G a la plataforma farmB. El sistema de gestión agrícola de farmB aúna en una única plataforma toda la información que genera cualquier empresa agrícola mediante la combinación de tecnologías IoT, AI, Cloud y Big Data para crear una solución completa y efectiva para la gestión de la agricultura moderna y la alimentación agrifood.
Ahora, Bodegas Langa podrá beneficiarse de la implantación de soluciones inteligentes en sus viñedos y hacer frente a las nuevas condiciones climáticas para tener la mejor calidad de uva posible y seguir produciendo vinos de alta calidad.
(Libelium)
Los viticultores se preparan para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas y así asegurar la producción de vinos de alta calidad
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