Bruselas trabaja para evitar la fragmentación del mercado y estudia la armonización de tecnologías como Qi y NFC Wireless Charging en dispositivos de consumo, IoT y automoción.
La European Union's Common Charging Directive (CCD) entró en vigor en diciembre de 2024, obligando a que una amplia gama de dispositivos electrónicos, incluidos teléfonos móviles, tabletas y cámaras digitales, utilicen puertos de carga USB-C. Los ordenadores portátiles deberán cumplir la normativa a partir de abril de 2026. El objetivo de esta regulación es doble: reducir los residuos electrónicos y facilitar la vida de los consumidores al garantizar que distintos dispositivos sean compatibles con un mismo cargador, sin importar la marca.
Sin embargo, mientras la estandarización de la carga por cable avanza con firmeza, crece el interés por aplicar un enfoque similar a la carga inalámbrica, un campo en plena expansión que abarca desde la electrónica de consumo hasta la automoción, pasando por la sanidad y el Internet de las Cosas.
Bruselas observa el mercado de carga inalámbrica
La Comisión Europea comenzó a monitorizar este mercado a inicios de la década y publicó su primer informe en 2021, dentro del marco de la Directiva sobre Equipos Radioeléctricos 2022/2380. Aunque en ese momento el foco principal estaba en la carga con cable, el estudio ya advertía de la necesidad futura de armonizar las interfaces y protocolos de comunicación en la carga inalámbrica.
Un nuevo informe publicado en 2024 puso de relieve el crecimiento sostenido del mercado y el atractivo de la carga inalámbrica como motor de conveniencia y simplicidad estética. El documento concluía que la tecnología aún se encuentra en desarrollo y que la fragmentación es, por ahora, limitada. No obstante, la Comisión subraya su interés en vigilar la evolución del sector para garantizar que las futuras soluciones sean interoperables y ofrezcan una experiencia homogénea al usuario, además de eficiencia y velocidad.
Entre las asociaciones de estandarización identificadas en este proceso se encuentra el NFC Forum, una de las organizaciones con mayor peso en el desarrollo de especificaciones para la carga inalámbrica.
La importancia de los estándares
Michael Stark, vicepresidente del NFC Forum y arquitecto principal de estándares en NXP Semiconductors, destaca que los estándares juegan un papel decisivo para impulsar la adopción de nuevas tecnologías. “El consumidor gana confianza cuando distintos dispositivos funcionan de manera fluida entre sí, mientras que la industria encuentra certidumbre para sus diseños futuros, evitando riesgos de incompatibilidad o daños en las baterías”, señala.
El NFC Forum ha definido la Wireless Charging Specification 2.0 (WLC 2.0), que permite cargar de forma inalámbrica dispositivos pequeños de consumo e IoT utilizando smartphones y otros equipos habilitados con NFC. Una sola antena se encarga tanto de las comunicaciones como de la transferencia de energía, lo que posibilita diseños más compactos y asequibles en productos como auriculares inalámbricos, lápices digitales o gafas inteligentes.
Este estándar se acompaña de un programa de certificación con pruebas de laboratorio independientes, que garantiza un rendimiento seguro y conforme a las especificaciones.
Diferencias técnicas frente a la carga por cable
El reto de estandarizar la carga inalámbrica radica en que no existe una tecnología única que pueda cubrir todos los casos de uso. A diferencia de la carga con cable, la inalámbrica depende de factores físicos como el tamaño y la potencia de la batería, la frecuencia portadora y las dimensiones de las bobinas transmisoras y receptoras.
En este contexto, la tecnología Qi, impulsada por el Wireless Power Consortium, domina el mercado de teléfonos móviles al ofrecer hasta 15 vatios de potencia en cortas distancias. Frente a ella, la especificación NFC Wireless Charging ofrece hasta 1 vatio en un rango de hasta 5 mm, orientándose a dispositivos más pequeños.
La Comisión Europea reconoce que, más allá de los smartphones, la hegemonía de Qi no es tan clara, lo que abre la puerta a que convivan distintos estándares según las necesidades de cada clase de dispositivo.
NFC Wireless Charging y sus próximos pasos
El NFC Forum trabaja actualmente en tres líneas clave:
- Mejorar su especificación para elevar la potencia hasta 3 vatios, reduciendo tiempos de carga y ampliando los casos de uso, con la vista puesta en reemplazar pilas desechables.
- Colaborar con la International Electrotechnical Commission’s (IEC) para convertir la especificación en un estándar reconocido internacionalmente.
- Mantener la cooperación con otras entidades, como el Wireless Power Consortium, con el fin de cubrir de manera complementaria los distintos escenarios de carga inalámbrica.
Además, el ecosistema NFC ofrece ventajas adicionales: sus antenas pueden ser planas y extremadamente pequeñas (de hasta 3 x 3 mm), lo que las hace idóneas para dispositivos compactos. Un ejemplo práctico es la llave digital para automóviles: la misma antena NFC que permite abrir el vehículo puede utilizarse después para recargar la llave.
Un futuro en construcción
La estandarización de la carga inalámbrica en la Unión Europea se perfila como un paso lógico tras la obligatoriedad del USB-C. La coexistencia de tecnologías como Qi y NFC Wireless Charging, cada una con fortalezas específicas, plantea un escenario en el que Bruselas tendrá que equilibrar innovación, interoperabilidad y sostenibilidad.
Mientras tanto, el NFC Forum insiste en la necesidad de que industria y reguladores trabajen de la mano para garantizar que la carga inalámbrica evolucione como una solución fiable, segura y adaptada a las múltiples realidades del mercado tecnológico y del IoT.
(NFC Forum)